Un sol para Atlántida

La idea de esta obra nació del propio Carlos Páez Vilaró quien propuso incorporar a la Rambla de Atlántida sus diseños paisajísticos. Lamentablemente el proyecto no pudo concretarse en vida del artista pero luego de su partida el Gobierno de Canelones decidió rendirle homenaje y reconociendo su propuesta inicial se decide proyectar un espacio público y una escultura en su memoria. Es así que se contactó a la empresa Gerdau Laisa S.A. para conseguir la donación de planchas de hierro para la escultura y a Agó Páez para el diseño de la misma. La empresa se comprometió de tal manera con la obra que tomó el proyecto como propio y lideró el proceso de construcción de la pieza con el apoyo del taller de escultura con que cuenta.